Creo que es un hecho multicausal. La VG ocurre muchas veces en el ámbito doméstico, y es difícil que la legislación y los Tratados Internacionales lleguen hasta ahí si no existe un compromiso real de los Gobiernos para erradicarla, e instrumentos de denuncia reales y seguros. Además, debe haber un cambio social, a través, entre otras cosas, de la educación; que transforme esta situación y consiga una igualdad real entre sexos.