La violencia de género describe cualquier acto violento dirigido específicamente hacia mujeres y niñas, siendo alimentado por desigualdades de poder arraigadas en estructuras culturales y sociales. Este fenómeno va más allá de la violación de derechos fundamentales, ya que se origina en un sistema patriarcal que perpetúa el daño, tanto físico como psicológico. Además, la violencia de género implica estigma para las víctimas y a menudo implica situaciones donde el consentimiento es violado.