Las principales complicaciones que implican el no cumplimiento de los tratados anti VG, pueden ser variadas, pero principalmente son un cúmulo de cuestiones culturales, sociales e institucionales. En primer lugar, persisten las diferencias entre las normas y su acción aplicativa. Después sigue habiendo una alta persistencia de normas sociales discriminatorias, estereotipos de género y relaciones de poder desiguales entre mujeres y hombres (resistencia conservadora, persistencia de conflictos violentos, contexto económico desfavorable, recursos inadecuados para la igualdad de género, bajos niveles de participación política de las mujeres…)