Cada Estado puede presentar sus propios obstáculos, sin embargo, considero que se pueden generalizar causas como la voluntad política, donde cada gobierno puede enfocarse o no en los acuerdos internacionales en materia de violencia de género, lo que conlleva a una distribución o no de recursos (personal, capacitación, infraestructura, financiación) para atender esta problemática. Igualmente, se observan obstáculos culturales y educativos, pues falta apostar por un enfoque en derechos y género donde se inculquen valores, se desmientan estereotipos y se afiance el empoderamiento.